Siempre he pensado que era necesario entender muchas cosas para poder entender la arquitectura...y cada día estoy más convencida de ello. Por eso detesto a aquéllos que con absoluta prepotencia se atreven a criticar la labor de los arquitectos...y digo ARQUITECTOS. No es arquitecto quien recibe un título ni lo deja de ser aquél que no lo hace. Por supuesto, y como comenzaba este texto, es necesario conocer. Esto es lo mejor de la arquitectura, jamás te puedes aburrir. Su mayor logro: ser el matrimonio perfecto entre la sensibilidad más pura y el racicionio más meditado; la conjunción perfecta entre el arte y la técnica, cualidades absolutamente humanas.
La técnica se aprende; el arte, se siente. No todo el mundo sabe apreciar un cuadro cuando se aleja del realismo (parece que goza de mayor aceptación popular que el cubismo, por ejemplo). Del mismo modo, cuando un edificio se aleja del tejadito rojo con chimenea les asusta.
Por supuesto, la apreciación artística es muy subjetiva: no todo el diseño gráfico es arte, pero los museos del futuro estarán plagados de imágenes corporativas y anuncios de fanta...¿Es una evolución de la pintura?
Deberíamos pensar en la evolución de la arquitectura, sin duda es el momento.
Es difícil pensar con hambre, pero espero que éste sea el aliciente para hacerlo.
Recogemos el testigo de aquéllos que la menospreciaron, y no sólo los jóvenes arquitectos, si no toda nuestra sociedad.
Hemos dejado minar las ciudades de edicifios sin pararnos a sentir arquitectura, porque el dinero no entiende de sentimientos. Hemos permitido que algunos se autoproclamen "arquitectos" y destruyan la profesión, la ciudad, la arquitectura, la sociedad y nuestras propias vidas... Bueno, poco se puede permitir cuando se vive bajo su influjo.
Aquéllos que nos permitieron nacer en una España democrática perdieron perspectiva y ahora nos hacen vivir en una dictadura neoliberal que se desmorona...
Esta es su herencia.
No queremos la España del ladrillo; queremos simplemente vivir y no pasarnos el día superviviendo a todo.
Quiero que no se relacione arquitectura con ladrillo...ni con ninguna materia... ni con hipotecas...
Ha llegado el momento de arquitecturar...o no economizan los economistas?
Arquitecturemos pues..... pero, ¿qué será en concreto esto de arquitecturar? Sí, hemos de alejarnos del ladrillo, o del ladrillo en producción masiva, en cadena, sin importar dónde ni cómo se sitúan, sin pensar en lo que le satisface al cliente pues hoy se construye y luego se buscan clientes. Quizás no sólo haya que alejarse del ladrillo sino de la idea preconcebida del arquitecto. Creo que hemos de cambiar a este arquitecto todopoderoso subido en el pedestal, cogerlo, darle dos host..., y hacerle ver que su función hoy en día es ... la que tuvo siempre.... resolver problemas ... ser el gran siervo de esta sociedad enfermiza.... resolver sus problemas... encontrar soluciones basándonos en una verdadera formación.
ResponderEliminarPero, para ello, quizás haya que alejarse de aquellos y/o aquello que sólo ven al arquitecto como el título, la firma, el buen coche, los buenas restaurantes.....